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Paisajes imaginarios

El catálogo Paisajes Imaginarios fue editado por la Galería Fernando Latorre para la exposición de Pablo Milicua con el mismo título que tuvo lugar en primavera de 2008.

 

paima

 

Paisajes imaginarios

Pablo Milicua

Collages

Salvador Dalí hablaba de representar el paisaje de los sueños como una fotografía pintada a mano. Cambiando ligeramente el orden de los factores de esta receta, conseguimos pintar a mano el paisaje de los sueños por medio de fotografías. El collage permite reconstruir manualmente- deconstruir y representar- un territorio mental a través de la hiperfragmentación fotográfica. Destrucción selectiva de un material buscado y acumulado de cara a su rearticulación en el nuevo guión descriptivo del paisaje como representación de un territorio interior, un autorretrato.

En sí, el mismo modus operandi que en la mayoría de mis trabajos:

Búsqueda, selección. apropiación, destrucción y recomposición en forma de mosaico acumulativo que conforma una nueva realidad reflejo directo de la que provienen los elementos triturados y pasados por mi filtro.

La técnica sencilla de colegial- pegamento, papel y tijeras- no permite trucos. Se trata de un rompecabezas obsesivo hecho de papelitos a veces ínfimos. Fotos del siglo pasado extraídas en su mayoría de una literatura turística idealizada en un blanco y negro atemporal. El mundo es en color, pero el blanco y negro es más real. Wim Wenders, El Estado de las Cosas

No pretendo ser novedoso.. Ante mí Max Ernst, El Chino de Basauri, Klucis, Morquillas. Rodchenko. Hannah Höch y Henry Darger.

Y también El Bosco. Bruegel. Patinir y Moreau.

A ellos y a la inmensa legión de fotógrafos vampirizados mi agradecimiento.

 

 

moreauwebGustave Moreau. Las Poetisas Indias. 1892

 

Postales de mi tierra

La idea del artista con un mundo propio contrapuesta a la del artista con un lenguaje propio. El mundo exterior seleccionado, reinterpretado, pasa por el tracto digestivo del artista y es devuelto a la realidad en forma de preciosa caquita que expande las fronteras del pensamiento haciendo crecer el universo. La obra pasa a ser un trofeo o una vista de este mundo interno.

En esta serie se trata de vistas panorámicas . La fotografía remite a una objetividad, el blanco y negro a un tiempo pasado. Como recuerdos.

El paisaje imaginario, desde un punto de vista romántico, es un autorretrato anímico, donde el espíritu se contagia de la grandeza del universo. Desde otro anterior, el de los grandes paisajistas renacentistas centroeuropeos, es un teatro simbólico. Yo no sé lo que son mis paisajes. De algún modo han surgido ante mí, de las propias fotos que iba buscando y seleccionando. El placer maravillado de contemplar una imagen viviente que crece ante mis ojos y la tensión de la construcción de un espacio coherente son las emociones principales en su elaboración.

 

gargantua1web                                                                                               Gargantua. Bilbao

 

La montaña sagrada y otros temas de interés

El primer collage de esta serie de paisajes fue La Montaña Poblada,

Una acumulación de imágenes muy relacionada con mis ideas escultóricas de principios de los noventa que giraban en torno al montón. El montón era la fase primaria del orden y la base física de la acumulación, pero también una montaña en miniatura. Así un montón de objetos configuraban una representación paisajística topográfica y cultural.

La montaña es imagen de la tierra primigenia de cuyo vientre surge el troglodita dispuesto a colonizar el mundo. Esta caverna original es también imagen del mundo interior, inconsciente, el mundo hueco y laberíntico del Viaje al Centro de la Tierra, mi obra favorita de Julio Verne, relacionada con los mitos de Garbancito y el Gargantua de mi infancia- el viaje interior iniciático, el arte y la digestión.

Mis paisajes son montañosos. Ecos de Montserrat, Aránzazu (raíces de mi saga familiar, visiten allí el restaurante- fonda Milikua), el Himalaya y los Alpes.

La montaña representa la máxima profundidad y altura, el templo es su imitación, la arquitectura su sustituto.

Podemos ver La Montaña Hueca como espacio exterior convexo e interior cóncavo gracias a un truco debido a las investigaciones de MC Escher. En El Palacio Ideal, una montaña construida emparentada con la maravilla erigida por el cartero Cheval en su pueblo de Hauterives, podemos ver una escena en un salón interior por medio de un efecto de visión de rayos X tomado de Superman. En Venusberg las chicas surgen de las entrañas de la tierra y en La Cima de Hielo podemos ver la comunicación con el cielo por un hueco que también comunica con la metafísica escultórica vasca encarnada en el vacío de Oteiza y en el vaciado del Tindaya propuesto por Chillida.

 

palaiswebFacteur Cheval. Palacio Ideal. Hauterives

 

 

Escenas

Si el laberinto original está en el interior de la montaña, el juego social ocurre en el plano. La explanada, el escenario del teatro, la tabla de la mesa son el campo de batalla exterior.

Estos paisajes son también teatrillos donde personajes y objetos llevan una nueva vida simbólica, distinta a la de los papeles donde fueron impresos, configurando nuevas anécdotas y detalles. Anécdotas que conforman narraciones simbólicas o humorísticas basándose en la simple interrelación espacial. Detalles que son alimento para la curiosidad del ojo voraz que se esconden entre los repliegues de la acumulación. Estas imágenes desean ser campos donde siempre quede algo por descubrir.

Misterio, narración, símbolo o chiste, lo contado y descrito pretende volver a ser de nuevo una incitación túristica a la maravilla de otro mundo.

 

 

 

 



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