Yolanda Tabanera
Pablo Milicua conoció a Yolanda Tabanera en 2004. Desde entonces, ha escrito los siguientes artículos para catálogos de exposiciones individuales de esta artista:
• Lo Nunca Visto. Texto para el catálogo de la exposición Nada que ver de Yolanda Tabanera en el CEART, Fuenlabrada 2013
Lo nunca visto
Cansada de exposiciones donde no hay nada que ver, Tabanera plantea una exposición que nada tiene que ver con estas.
En la instalación Nada que ver, Yolanda Tabanera nos propone un recorrido por su territorio creativo personal a través de una serie de mesas donde se exhiben objetos que provienen de su taller. Estos objetos no son obras acabadas y cerradas, sino elementos que forman parte del proceso escultórico de la artista, recontextualizados en una paisaje tridimensional definido por muebles y peanas.
El énfasis en el proceso por parte de una artista que realiza una obra que gira en torno al objeto apunta a la necesidad de mostrar el hecho creativo, el taller, la gestación de lo nunca visto como descripción de un universo personal en el que se busca la obra aún desconocida. Tabanera vive el taller como un territorio aparte, atanor alquímico, espacio de gestación de lo maravilloso y deja que la mirada indiscreta se acerque a sus misterios. Pero en la puesta en escena los fragmentos y materiales se componen en una nueva narración digna de verse.
Lo nunca visto, material invisible, en gestación. Tabanera no concibe la obra como algo diseñado previamente, que se ejecuta en una realización, sino como un misterio intuido al que se intenta dar cuerpo. La búsqueda de lo desconocido motivada por el placer del descubrimiento. Este proceso creativo se contrapone a una idea, quizás actualmente imperante, del arte como proyecto. Un proceso que nada tiene que ver con el diseño previo como formulación arquitectónica.
El vidente y el medium se sumergen en el caos a la captura de algo que ya existe, quizás en el interior de su mente, en una zona paralela de la realidad o quizás simplemente dejan surgir algo que está latente.
Nada que ver: ruptura y diferenciación. Énfasis en el proceso como obra, como búsqueda. Los objetos del taller de la artista, trozos de esculturas inacabadas, piezas de piezas, se conjugan en una instalación efímera, azarosa, que parte de la disposición enumerativa para llegar a un resultado visionario.
La instalación Nada que ver tiene que ver con un muestrario, un escaparate, un bodegón, una naturaleza muerta. Un escenario mágico que funciona como un altar pagano. Tabanera conecta con un fetichismo primigenio, ancestral y atávico, rural y selvático que se camufla tras una exquisitez refinada, ornamental, preciosista. Un paisaje que se extiende como un autorretrato formado de objetos que son indicios y rastros de una visión, señales y presencias de otra cosa en un entorno físico que les es lejano, material visible de algo invisible.
• Conversación con Yolanda Tabanera. Texto para el catálogo de la exposición de Yolanda Tabanera en el Museo Barjola, Gijon,2007
La obra de Yolanda Tabanera (Madrid, 1965) es fuertemente introspectiva y centrada en la investigación visionaria de un espacio interior que al exteriorizarse se convierte en un lenguaje propio. La artista aborda de un modo sutil y metafórico temas como la fragilidad y la trascendencia del cuerpo humano, su grandeza y su mortalidad.
Yolanda Tabanera realiza a través de su obra una inmersión vidente en sí misma. Utiliza la imagen del cuerpo como imagen del mundo en un ejercicio mágico de reconstrucción anatómica que conecta vísceras y estrellas. Cosmos y microcosmos se forman en un crecimiento biológico, orgánico. Un atavismo creativo se expresa a través de materiales variados, básicos. reflejando su raigambre espiritual en una tradición de origen popular, litúrgica, artesanal. Tabanera busca una profundidad primitiva, religiosa, que a menudo resulta casi dolorosa, pasional.
En su exposición en el Museo Barjola, Tabanera plantea el desarrollo de su poética objetual a través de un proceso creativo que fluye del dibujo al objeto hasta la instalación. Proceso que transita desde la imagen intuida hasta la ocupación real del espacio por medio de la escultura.
• El Templo Interior, el Teatro del Universo, texto para el catálogo de la exposición Entre Piel y Raíces de Yolanda Tabanera. Circulo de Bellas artes, Madrid. 2004